BUSCAR EN TAI CHI DEL PARQUE

23.1.14

Para de ganar, a nadie le importa

En la forma auto-centrada de vivir que tenemos, a nadie le importa mucho lo que el otro hace o logra. Y a la vez, estamos obsesionados con demostrar lo que tenemos y lo que vamos logrando.

En una búsqueda constante del hacer, solo queremos/podemos/admitimos ganar. Y en el círculo del cual uno es el centro, estamos absolutamente solos en esa carrera. Y como cada persona está auto-centrada en su propio círculo, realmente a nadie le importa lo que gana el otro.

Ver al otro sirve para una mera comparación que genera el impulso de ir aun más allá, pero no hay un reconocimiento, valoración o aprendizaje de la ganancia ajena. Si el otro ganó, yo quiero ganar más.

¿Cómo frenar la carrera? Dejando de ganar.

Si quieres comprometerte con el cambio que necesita el mundo, una buena manera de hacerlo es perdiendo. Si yo pierdo nadie se compara conmigo, nadie tiene que hacer más que yo, nadie compite.

Perder es más simple que ganar. Genera menos. Gasta menos. Muestra la vulnerabilidad del perdedor. Amiga, une y solidariza.

Aquellos que siempre ganan, están bastante solos… más aun si van en la punta. Cuanto más se alejan, menos importan, arrojando un paradójico resultado a su propia búsqueda: ganando siempre, no se gana nada.

Nadie gana. Algunos solo pierden mas lentamente.