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14.5.12

Consecuencias de palabras y actos




Hace tiempo publiqué aquí un artículo con esta imagen. El artículo hablada de encontrar el refugio interno en relación a la situación que se da durante las vacaciones de querer escapar para descansar. Cuando uno se encuentra con uno mismo, no hay necesidad de ir a ningún lugar.

Casi un año después, alguien comparte conmigo este dibujo a través de Facebook. Me quedé sorprendida porque era la primera vez que alguien me recomendaba algo hecho por mi misma! El dibujo comenzó a circular por las redes sociales, de manera anónima, y tuvo mucha repercusión (unos 10mil “me gusta” y fue compartido unas 4mil veces).

Pasada la impresión inicial, empecé a buscar el original y me pregunté si lo que había dibujado allí estaba bueno o era cualquier cosa. Nunca me había imaginado la repercusión que podría tener el dibujo entonces no se si lo había dibujado a consciencia, objetivamente, o era un reflejo de mi mente subjetiva hecho en un momento circunstancial.

Comprendí entonces que cada palabra y acción que realizamos impacta en muchas mas personas de las que creemos. Aun fuera de internet, en la vida cotidiana, mas de una vez nos pasa que un amigo le cuenta a otro amigo y ese, a otro amigo una cosa que el primero dijo. O alguien hace algo y todo el mundo se entera.

Las consecuencias de nuestras palabras y acciones no dependen tanto de uno mismo, porque cada persona receptora interpretará esa palabra o acción también de acuerdo a sus circunstancias personales, a su propia visión de la realidad. No podemos controlar lo que hará el otro luego de escuchar o ver, o si hará algo y si esa acción será positiva o negativa. Todo eso no lo podemos controlar, no están en nuestro poder las acciones de los demás.

Entonces, qué es lo que uno puede hacer? Sabiendo que lo que decimos puede afectar a muchas personas, y a mas de las que pensamos, ¿por qué no prestar mas atención a nuestras palabras? Cuántas veces decimos cosas sin pensar, hablamos desde nuestros sentimientos impermanentes y luego nos arrepentimos de lo que hemos dicho, cuando el ataque emocional ya pasó… cuantas veces nos aferramos tercamente a nuestros pensamientos y accionamos desde la subjetividad de la mente?

La no-acción como dicen los taoístas, la palabra que surge del no-pensamiento como dicen los budistas, es la respuesta. Solo desde el centro de uno, en unión con el universo, surge la acción correcta, aquella que es exactamente necesaria para que el fluir del universo sea un continuo. Del silencio de la mente surge la palabra correcta, aquella que subterráneamente acomodará lo desacomodado para que nada se trabe en el camino.

Para ello, la atención necesaria puesta en la propia armonía, en el propio silencio, en el propio cuerpo, la propia mente. Dejando pasar todo aquello que es un apego y todo aquello que es un rechazo, toda acción tendenciosa, aquella que busca un beneficio. En la no-acción no hay ganancia ni pérdida, surge en el mismo momento de ser realizada, no tiene pasado, no tiene futuro. No nos importa lo que sucederá, pero no porque seamos desconsiderados o auto-centrados, sino porque en la plena confianza al momento presente, decimos y hacemos lo que el momento presente nos indica, no la mente, no los pensamientos, no las emociones, sino el TODO: el aquí y ahora nos muestra como actuar.

Cuando estamos atentos a esto y tenemos la certeza que lo que hemos hecho es desinteresado y es fruto del aquí y ahora, no hay de que preocuparse, aun cuando la consecuencias de nuestras palabras y actos no sea la que esperábamos, o se negativa tal vez (nunca sabemos si lo negativo es realmente negativo o aportará algo bueno). Entonces lo que suceda será parte del fluir del universo, habremos complementado, sumado a la existencia. Muchas veces esa forma de sumar no nos gusta o nos parece que es fea, pero en la vida nos toca hacer cosas que no queremos hacer, la preguntas es: es fruto del momento presente o es fruto de tu mente nublada?

Ahí está el aprendizaje, cuando volvemos al pasado y observamos la repercusión de nuestros actos, ¿Podemos evaluar cada cosa que hicimos, fruto de qué fue? ¿Podemos comenzar a actuar desde el momento presente? Así en el futuro no tendremos que preocuparnos por lo que hemos hecho.


El artículo del dibujo: El refugio dentro de uno Retomaré ese tema en el próximo post.