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6.6.11

Cambia la Onda!

Esta es una frase comúnmente usada en nuestro país, Argentina. Habitualmente cuando estamos con una persona que está de mal humor, triste o pesimista, se le dice esta frase.

Las emociones como el miedo, la desesperanza, la culpa, el enojo se manifiestan energéticamente a través ondas largas. ¿Qué significa esto?

La longitud de onda de la energía electromagnética que circula por nuestro cuerpo, el Chi /Qi, nos dice exactamente como somos y como actuamos.  Las emociones de onda larga implican que la frecuencia vibratoria es baja. La frecuencia es la cantidad de repeticiones por unidad de tiempo: a mayor frecuencia, mayor energía.

Las emociones de longitud de onda corta son el amor, la felicidad, la paz, la esperanza, la compasión, la libertad, etc. Poseen mayor frecuencia vibratoria, por ende, elevan la frecuencia vibratoria de nuestro cuerpo aumentando nuestra energía.


Como vimos unos artículos atrás, los chinos representaron las ondas energéticas en el símbolo del yin y el yang, que a su vez nos habla de que todo lo que existe tiene sus facetas (arriba – abajo, positivo – negativo) que mutan constantemente de una a otra. El símbolo del yin y el yang no es más que la representación de los constantes procesos de cambio que existen en todo el universo.


Con lo cual, elevar la frecuencia vibratoria es simplemente acortar los procesos de cambio, volverse flexible y acomodarse más rápidamente.

Longitud de onda larga à baja frecuencia vibratoria à procesos de cambios lentos y dolorosos.
Miedo, culpa, temor, ira, enojo, desesperanza, desconfianza, tristeza, desolación, soledad, preocupación, etc.

Longitud de onda corta à alta frecuencia vibratoria à procesos de cambio más cortos y naturales.
Amor, compasión, felicidad, alegría, esperanza, libertad, paz, calma mental, contención, confianza, etc.

Cuando vemos a una persona sufriendo por emociones de onda larga, le pedimos que “cambie la onda” a una onda corta y así eleve su frecuencia vibratoria y se adapte a la situación que le toca vivir más fácilmente.

Cuantas más emociones de onda corta vivimos y sentimos, más elevada será nuestra frecuencia vibratoria. De allí también viene la frase “estoy en otra frecuencia que tal persona”. Eso simplemente significa que viven de distinta manera los procesos de cambio y sienten emociones de distinta longitud de onda.