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30.5.11

El proceso de cambio y la impermanencia

Tai Chi del Parque – Clase Teórica Mayo 2011

El universo está conformado por distintas manifestaciones de energía. La energía fluye de una polaridad a la otra: yin y yang. Todo lo que existe es una representación más o menos armónica del yin y el yang.

LA INTERDEPENDENCIA de estas polaridades como partes de un todo, las lleva a mutar continuamente y transformarse una en otra. Es este cambio el que permite la existencia.

TODO SE ENCUENTRA CONTINUAMENTE EN PROCESO DE CAMBIO. La idea de lo estático es una ilusión. Nada está quieto, nada es exactamente lo que era unos segundos atrás. Eso es lo que representa el símbolo del yin y el yang.


CUANDO SURGE EL APEGO, EL PROCESO DE CAMBIO SE INTERRUMPE, ya que se genera un bloqueo que no permite que la energía fluya. Cuando esto sucede, la tendencia es hacia el estancamiento, la desarmonía, la desaparición, la muerte.

Para que haya vida, existencia, la energía debe transformarse, fluir, cambiar. El proceso de cambio es inherente a la vida.

Podemos observar el proceso de cambio en tantas cosas presentes, sobre las cuales generamos o no apegos: la respiración, el latir del corazón, la alimentación y el metabolismo, el sol y la luna, las estaciones del año, las olas del mar…

EL PROCESO DE CAMBIO ES LO ÚNICO QUE SIEMPRE ESTA PRESENTE EN LA VIDA. Todo lo demás cambia, es impermanente, no dura eternamente. Los ciclos pueden ser más cortos o más largos, pero con el tiempo, el cambio se da.

LA MUERTE NO ES MÁS QUE UNA FORMA DE CAMBIO MÁS y está en todas partes. Cada día algunas partes de nosotros muere (células, tejidos) y otra parte nace nueva. El cuerpo completo se regenera cada tantos años. Las hojas de los árboles mueren cada otoño y renacen en primavera, las gotas de lluvia mueren al tocar la tierra. Nuestra soberbia nos hace creer que somos más en este universo que una hoja de árbol o una gota de lluvia.

EL CAMBIO ES INEVITABLE y reaccionamos a él de diversas maneras: triste o alegremente, con miedo o valentía. Lo importante es no apegarse ya que es eso lo que hace que el cambio sea doloroso: resistirse.

EL SUFRIMIENTO NO ES PARTE DEL CAMBIO, ES SUFRIMIENTO ES PARTE DE LA RESISTENCIA. Al soltar los apegos, dejamos de sufrir. El apego es como un bloqueo energético en un meridiano, un nudo en la espalda que causa dolor.

EL TIEMPO ASEGURA LA IMPERMANENCIA. Cada cosa, cada pensamiento, cada emoción, cada situación, en un determinado tiempo, deja de existir, cambia, fluye hacia la otra polaridad siguiendo la curva del yin y el yang. Al comprender esto, nos damos cuenta que ningún esfuerzo debe hacerse, solo pacientemente estar presentes.

LA INCERTIDUMBRE es un estado al que no estamos acostumbrados, es un estado donde carecemos de control. No podemos controlar realmente la permanencia de las cosas. El control asimismo es una ilusión de la mente y es sinónimo de apego. La incertidumbre es la forma natural de existencia, es la no-acción, solo que preferimos ignorarla creyéndonos que tenemos control sobre…

Podemos elegir vivir una vida de control y sufrimiento o de incertidumbre, paz y desapego.

SOMOS SERES CAMBIANTES EN UN MUNDO CAMBIANTE. Tenemos la capacidad de cambiar instantáneamente al soltar aquello a lo que nos aferramos, que muchas veces es la propia etiqueta que nos ponemos: yo soy…

Podemos ser otra cosa. En realidad, dentro de unos momentos, seremos ya otra cosa.






26.5.11

Ritmo

Existe ritmo en las infinitas actividades que gobiernan la existencia de todo ser vivo.
Es un flujo de movimientos ordenados armónicamente. ~Wikipedia.

Mi respiración, mi ritmo.

Mi vida, mi ritmo. [Sic] Respeta mis tiempos.


El universo respeta el ritmo de cada uno de nosotros. La pregunta es: cada uno de nosotros ¿respeta su ritmo? No.

Muchos no conocen ni su propio ritmo. Siguen el ritmo del tráfico por las mañanas, luego el ritmo de la persona dominante en la oficina, el ritmo del mozo en el restaurante donde almuerzan, el ritmo somnoliento de la tarde y el de la TV por las noches.

Las personas se encuentran cansadas o con energía de sobra. Cuando no seguimos el propio ritmo, algo falta en la vida: la armonía natural. Fuera del propio ritmo, nos desarmonizamos.

Lento o rápido, no hay velocidad correcta. Muchas veces, pocas veces, no hay cantidad correcta. El ritmo propio posee un patrón único. Perfecto, armónico con el propio cuerpo.

Porque el ritmo no lo marca la música, no lo marca ningún sonido, no lo marca la marea o la luna, no lo marca las estaciones, el corazón ni tampoco otra persona.

El ritmo lo marca la respiración.

Siente tu respiración y sabrás la velocidad de tu vida. Haz consciente tu respiración y harás consciente tu vida. Profundiza y serás profundo. Lentifica e irás lento.

Obsérvate respirar, reconoce tu ritmo.


Viernes 27 – Chi kung con música… practicamos en función del propio ritmo, observándonos.
Anotate aquí…


23.5.11

Trilogía de fin de Mayo

No te pierdas las actividades del último fin de semana de Mayo:

Viernes 27: Práctica de Chi Kung con música, en barrio Chateau de 19.30 a 21 hs. El costo es de $20. Confirmar asistencia!

Sábado 28: Clase teórica mensual en el Parque de Las Naciones, luego de la clase de tai chi, sobre “los procesos de cambio y la impermanencia”. Gratuita, confirmar asistencia!

Domingo 29: Práctica de meditación en el Parque de las Naciones, luego de la clase de chi kung. Traer algo donde sentarse. Gratuita, confirmar asistencia!

El verdadero maestro, aquel que innova

Les dejo este poema que traduje al español. El mismo viene de este blog, a través de un buen amigo, el Monje de la Taza de Te.

Herencia

Mi herencia se encuentra entre el cielo y la tierra.

Mi tai chi no es chino.
Mi capoeira no es brasilero.
Mi yoga no es hindú.
No soy nacionalista.

Para ser un artista, uno hace arte.
Esto no puede hacerse si antes no es propio.

No soy tradicional.
No soy una cultura que se deba preservar.
No me preocupa la exactitud de la historia.

Soy un niño en un nuevo mundo
que se convierte en antiguo cuando las barreras se disuelven.

Un niño esclavo y maestro de castas y clases mezcladas.

Soy un cruce de caminos.
Soy continentes que se unen.
Soy un planeta unificado.

La identidad de la humanidad,
delicada y frágil si se encuentra dividida
perfecta a través de la unidad.

La elección es lo suficientemente clara.

Se ha dicho que maestros hay pocos
aun así, los sistemas son comunes.
Los sistemas son creaciones de los maestros
aun así, pocas veces son maestrías.

Para que el verdadero maestro innove
se forma a si mismo renovado de las formas del mundo,
de lo viejo y de lo nuevo.

Los estudiantes, todos se imitan entre sí copiando al maestro.
El maestro no imita,
la verdad de las cosas es suficientemente clara.

Mucha gente espera que el sistema haga el trabajo por ellos,
pero la maestría en el sistema no implica auto-maestría.
Es el resultado inevitable para aquellos que no hacen del arte algo propio.
Capacidad no es lo mismo que maestría.

La imitación perfecta no es aun lo mismo que acción perfecta.
Pero ¿cuánta gente fracasa al no conocer esta verdad?

… tomo el arte y lo hago propio.
Lentamente
parte a parte
día a día.

No pretendo mejorar el arte.
Solo a mi mismo
parte a parte
día a día.



18.5.11

Herramientas de aprendizaje

Tai chi, chi kung, yoga, son solo herramientas de aprendizaje. Apegados a los nombres, los significados, las formas, los uniformes, lo único que importa es lo que experimentamos durante la práctica. ¿De qué sirve el shou juei pi pa, la dhanurasana o la forma de 45,9 movimientos si realmente no experimentas lo que sucede en tu cuerpo mientras practicas?

Puedes contarles a todos que practicas tai chi, meditas y haces yoga, pero ¿realmente lo haces? Y si no haces nada ¿quedas automáticamente excluido del grupo de gente con posibilidad de llegar a la iluminación? Pensar que estas actividades son ajenas a la vida misma es un error. Creer que solo a través de una postura con un nombre raro y una concentración determinada abriremos la consciencia para acceder a algo mas, es menospreciar el trabajo mismo de los grandes maestros.

El universo nos ofrece constantemente herramientas de aprendizaje para lograr estar atentos, plenos de consciencia al momento presente. Para aprender a percibir nuestro cuerpo, nuestras acciones, nuestras palabras, cualquier oportunidad que se presente es válida.

Meditar en silencio en medio del campo nos permite concentrarnos más fácilmente. Debemos poder meditar en medio de nuestro entorno de vida. Cada sonido que se presenta, el ladrido del perro, el timbre de la escuela, es un llamador al momento presente. Triiiiinnnnnnggg!!!! Vuelve, aquí y ahora.

El estado de plena consciencia es impermanente, va y viene con la brisa de otoño. Cuando manejas y sin darte cuenta pasas por encima de un pozo, di: gracias pozo por ayudarme a volver a mi momento presente. El pozo, una herramienta de aprendizaje.

El auto que circula detrás de ti, tu pinche tirano. Exactamente en el lugar que debe estar, te hace luces y te apura: tu herramienta de aprendizaje. Siente tu respiración, observa las emociones que surgen, déjalas pasar, no reacciones. Déjalo pasar, al auto. Practica el ceder.

La clase, fuera de la clase. El maestro en cada esquina: el semáforo. Frena, detente, siente tu respiración, vuelve al presente. Si cruzas desatento, los autos te pisan.

El colectivo, tu oportunidad para enraizarte. Siente los pies, siente lo cambiante. Mantente atento a tu respiración, a tu conexión con la tierra.

Siéntate en un banco de la plaza. Observa la vida pasar, observa la gente caminando apurada. Eres uno de ellos, o no. Las personas, herramientas de aprendizaje, te muestran pedazos de tu propia realidad. No critiques, cambia.

“La hora pico” de Alejandra Corini
Transforma cada queja en una oportunidad de cambio. Aprende, flexibilizate.

La verdadera meditacion, en tu auto, en medio de un embotellamiento, frenado encima de una cloaca rota que suelta a borbotones su olor por debajo de ti. Siente la respiración, tal como es. El olor es impermanente, luego de unos minutos no estará mas presente. O te escapas o te quedas. Practicas.






Los invito a dejar mas ejemplos de herramientas de aprendizaje. De eso que te quejas siempre, conviértelo en una oportunidad de aprender. Espero sus comentarios para que cambiemos todos! 



11.5.11

¿Por qué no practicamos con viento?

En la medicina china, dentro de los factores externos que pueden afectar la salud, encontramos al viento. Éste afecta al cuerpo directamente, por ello cuando hay mucho viento suspendemos las prácticas en el parque.

Cuando nos exponemos al viento, luego de haber transpirado, favorecemos la posibilidad de que nuestro sistema energético y la salud se vean afectados por los síntomas relacionados a este factor climático.

El viento es generador de enfermedades y afecta a la parte superior de cuerpo: la cara, la cabeza, el cuello y los hombros, y también a la piel. Ingresa al cuerpo por los poros, la respiración (nariz) y los oídos. La prolongada exposición al viento debilita la energía defensiva del cuerpo posibilitando así la entrada del mismo al cuerpo y también de otros agentes patógenos.

Como el viento mismo, las enfermedades de viento están en constante movimiento dentro del cuerpo, son cambiantes y suelen aparecer abruptamente y luego desaparecer de la misma manera.

El viento de otoño afecta directamente a los pulmones, generando tos, flema, obstrucción nasal, picazón en la nariz o garganta, etc. Como es de naturaleza yang ascendente, genera dolores de cabeza, de oídos, tensión en el cuello y los hombros. A su vez, afecta a la piel, causando sudoración y sensibilidad al frío. Por su naturaleza cambiante afecta el equilibrio físico y emocional, causa vértigo, temblores y espasmos musculares.

El viento de primavera, otra época en Córdoba (Argentina) en la que hay mucho viento, afecta al bazo y estómago, desequilibrando la energía del elemento tierra y puede causar vómitos, mareos e indigestión.

Se relaciona directamente con la energía del elemento madera que en el cuerpo se encuentra relacionada con el hígado y la vesícula biliar. Las emociones relacionadas son la ira, la cólera y los enojos en general. En días de mucho viento las personas se tornan irritables sin motivo. La vesícula biliar se relaciona con la capacidad de decisión, por ello, no se recomienda tomar grandes decisiones los días ventosos.

La energía del hígado se expresa en los ojos y por ello el viento afecta directamente a éste órgano sensorial, irritándolos. La incapacidad de ver correctamente el entorno dificulta también la toma de decisiones y a su vez el equilibrio. La referencia visual es un factor muy importante en el equilibrio físico y la quietud del entorno que percibimos también. Si lo ojos se encuentran irritados y los árboles y las banderas se mueven arremolinadamente, el mucho más difícil lograr una postura equilibrada.

Por todos estos motivos, no es recomendable practicar tai chi o chi kung los días de mucho viento, aun en espacios cerrados y por ello suspendemos las clases en el parque. Durante la práctica uno transpira y se vuelve permeable a la energía, si el viento entra al cuerpo, terminamos enfermos luego de la clase.

Otros factores climáticos que limitan la práctica son las tormentas, pero obviamente cuando llueve suspendemos las clases, y el calor extremo, tipo temperaturas del desierto, que son poco probables en nuestra ciudad.

9.5.11

Oportunidad

Quería escribir sobre el viento pero escribo sobre la muerte.

Es difícil para nosotros, apegados a cuanta cosa aparece, comprender la muerte. Morimos para permitir que otros nazcan. Morimos cuando nuestra energía se ha agotado y cuando nuestra mente aferrada al mundo material, se desconcentra, se desfocaliza y pensando en otra cosa, suelta.

Muerte para unos es oportunidad para otros. No desde ese lugar que acabas de pensar. No hablamos de aprovecharnos de la muerte. Dejemos de lado el pensamiento egoísta. El universo equilibra sabiamente todo lo que sucede y muerte se convierte en oportunidad.

Nunca festejamos la primavera ni el día del estudiante (ambos en Argentina el 21/9) de Tai Chi del Parque hasta que falleció mi suegra el año pasado. Su cumpleaños era el 23 de septiembre y siempre viajábamos para estar con ella el fin de semana siguiente a esa fecha y por consiguiente no había actividades de tai chi.

Su muerte significó para el grupo poder reunirnos y celebrar por primera vez en cinco años que llevamos juntos. Todos mis alumnos nos acompañaron en la tristeza de mi familia y a la vez todos fuimos felices por la reunión que tuvimos ese día.

Hoy tuve la oportunidad de observar nuevamente una situación parecida. Sin ser protagonista, solo testigo, es un gran aprendizaje.

La muerte es cambio, de yang a yin. Para que haya equilibrio, algo yin pasó a yang en el mismo momento. No es celebrar la pérdida o la tristeza de alguien, es simplemente observar la naturaleza de las cosas. Dejar ir para que lo nuevo surja.

Estoy presente en este momento con ustedes, le dije a una alumna – amiga que perdió a su padre. Realmente nada puedo hacer más que estar presente con ella.

Bienvenida y gracias por sumarte, le dije a otra alumna – amiga que ocuparía su lugar en las actividades del próximo fin de semana, para las que ya no había cupo.

El universo en armonía. Una triste, la otra contenta. Una dejando ir, otra tomando una oportunidad. El movimiento, el cambio, la vida…


A mi suegra Chiquita, a Eugenia y su mamá Elina, a Sonia... cada una en su lugar. Gracias.



6.5.11

Confío

Confío en el momento presente.
Mi mente puede circular a gran velocidad desde el futuro al pasado y volver, o quedarse quieta en este momento y expandirse.

Confío en mi cuerpo.
Es un excelente receptáculo de mi consciencia y, aunque veces no me responde como quisiera, es el único que me acompaña incondicionalmente.

Confío en lo que contiene a mi cuerpo.
La tierra bajo mis pies, el aire que rodea mi piel, forman un perfecto marco que no cuestiona si estoy gorda o flaca. Me permiten sentirme.

Confío en la respiración.
El aire que respiro es el mismo que me contiene, es el mismo que nutre a las plantas. No me juzga, se da para mí sin importarle como lo desaprovecho a veces.

Confío en mis sentidos.
Lo que veo, lo que escucho, lo que ciento: una enciclopedia de sensaciones. Mis percepciones me indican lo que debo hacer, siempre y cuando el ruido de la mente me deje leer.

Confío en el horizonte, en lo que se viene.
Aprendo de él porque se amolda perfectamente a la tierra donde se apoya. Ojalá yo pudiera amoldarme tan fácil a lo que aparece.

Confío en la abundancia.
Se que hay de todo para todos y que siempre alcanza. No sucumbo a mi miedo a no tener y me abro a recibir. Todo llega, solo hay que saber donde.

Confío en el universo.
Lo que necesito llegará a mi puerta y aquello que debo ver aparecerá frente a mis ojos. Confío en que mi mente estará despejada y entonces podré tomar sabias decisiones.

Confío en mi confianza.
Aun en los momentos de desconfianza y desasosiego, mantengo la confianza en la confianza. Presentes en mi memoria los momentos de certeza, espero a que regresen, quieto.

Sin confianza no hay movimiento. La desconfianza genera apego, retención. En el apego, la energía se estanca. Hay que confiar, sino morimos.




2.5.11

Negociar para el equilibrio

Discutiendo un día, veo en un artículo la frase “armonía es hablar para lograr lo completo”. Como una de esas profundas comprensiones que cada uno de nosotros tiene en la vida, la lamparita se encendió en mi cerebro e iluminó mis neuronas dándome comprensión.

Me observé a mi misma y analicé cuanto de lo que estaba discutiendo era negociable y cuanto no. Descubrí que gran parte de mi postura era no-negociable. No había forma de salir bien parado de esta discusión.

Como en el mundo de los negocios, una negociación exitosa es aquella en la que ambas partes sienten que han ganado. Negociaciones “win-win” o ganar-ganar. Para que eso suceda algo propio hay que ceder y algo del otro hay que aceptar. Lo no-negociable es energía que se estanca y que impide alcanzar el punto de armonía. La armonía es el equilibrio entre las partes, es totalidad, es unión. Para llegar a eso hay que ceder – aceptar, no solo tratar de imponer.

Para lograr el equilibrio propio, la armonía interna, debemos negociar con nosotros mismos. En nuestra propia dualidad interna hay puntos no-negociables que, contrapuestos, nos llevan al desequilibrio. Este desequilibrio puede ser emocional y/o físico. En la dualidad de opuestos complementarios que somos, tenemos que conversar internamente, ceder algo de blanco para aceptar algo de negro y llegar al armónico gris.

Cuando la postura es no-negociable, no hay forma de salir bien parado… En la práctica de tai chi, para lograr el equilibrio físico, la postura del cuerpo se debe negociar. Si no negocio, me caigo. La negociación se da entre lo que “debo hacer” y lo que “logro hacer”. Lo que “debo hacer” es lo que me muestra el profesor, lo que “logro hacer” es la forma en que a cada uno le sale el movimiento o postura.

¿Cuánto del “debo hacer” es no-negociable en función de la auto-exigencia que cada uno se impone?

Este ejemplo lo podemos llevar a muchos otros ámbitos de la vida. El punto es que para no terminar desparramado por el piso, literalmente respecto a la postura física o metafóricamente respecto a lo emocional, debemos negociar internamente y flexibilizar las posturas. Hay que ablandarse un poco y acomodarse, como el agua alrededor de las rocas. Lo rígido se rompe, lo no-negociable, a la larga, se auto-destruye.

ü Para elevar la pierna, y lograr estabilidad en un solo pie, debe bajar el ego y la necesidad de perfección.

ü Para que la cantidad de veces que uno se cae practicando disminuya, debe aumentar la paciencia y la auto-tolerancia.

ü Para aceptarse más a uno mismo como es, debe bajar la continua competencia con otros.

ü Para comprender más lo que sucede internamente en uno, debe disminuir la importancia a las referencias externas.

ü Para sentir menos frustración, debe aumentar la aceptación a la realidad tal como es.

ü Para sentir menos miedo, debe aumentar la capacidad de desapego.

ü Para ser más felices, debe disminuir la dispersión de la mente fuera del momento presente.

¿Cuánto de todo esto es no-negociable en tu caso? Perfeccionismo, hacer las cosas en un determinado tiempo, competencia, comparación, expectativas constantes, apego, planificación… Si no puedes flexibilizar tu postura en esos puntos, será imposible lograr la armonía.


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