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7.3.11

Arrancar

Iniciar algo nuevo o retomar luego de un tiempo de quietud y descanso, es un pequeño proceso que conlleva energía, focalización y casi siempre, un resultado explosivo.

Pensemos en aquello que siempre quisimos hacer y retrasamos durante mucho tiempo, por ejemplo, aprender un idioma. Durante años quisimos aprender a hablar en otro idioma y los posponíamos por un motivo u otro. Ese deseo, esa intención, se fue acumulando, como la energía que se estanca, expectante, esperando a ver que sucede, a ver si algún día será concretada esa intención. Cuando finalmente llevamos a cabo el hecho, esa energía latente se moviliza de golpe, con todo su poder y arrancamos con muchas ganas, con ideas, creatividad y efectivamente con energía.

Es difícil poder mantener ese entusiasmo por mucho tiempo, ya que es producto de la expectativa generada durante años. Cuando la energía inicial se agota, vemos que las ganas y las ideas decaen. Ese decaimiento no es tal, es comparativo: en un segundo momento hay menos energía que al inicio. Eso no quiere decir que no nos guste la actividad o que no queramos hacerla. Simplemente, yin – yang.

No hacer algo, a comenzar a hacerlo es un proceso que desde un estado de quietud o ausencia de actividad (yin) pasa a un estado de movimiento (yang). Ambos estados están relacionados íntimamente ya que la energía potencial yin se convierte en energía poderosa yang. Cuando previamente hubo mucha expectativa, mucha retención, luego explota y se convierte en un torbellino de situaciones, pensamientos y emociones.

Esto sucede porque condicionamos nuestros deseos a uno o varios factores externos: “comenzaré a prender ingles cuando tenga más tiempo”, “nos iremos de viaje solos cuando los niños sean más grandes”, “descansaré cuando sea posible”. Siempre estamos esperando algo.

Estos factores externos no existen más que en nuestra propia mente. Aquello de deseamos hacer, si realmente surge de nuestro interior, podemos hacerlo al dejar de lado aquel pensamiento que no dice porque no hacerlo. Así como hay un pensamiento que nos dice que no, hay otro que nos dice que si. Cual escuchar es una elección propia.

Siempre hay una forma. Nuestra mente planificadora trata de encontrar el camino, pero más fácil es establecer la clara intención de nuestro deseo, mantener el foco en él y dejar que el universo acomode todo a favor nuestro. De esta manera el arranque no será explosivo.

Les dejo las actividades explosivas del inicio de actividades de este año!