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29.10.08

El yin en la vida diaria


Si logramos comprender la importancia del yin en el tai chi chuan, podremos vislumbrar entonces la importancia del yin en la vida diaria. El yin es la energía de la tierra, es lo interno, lo pasivo, la defensa. Esta comprensión implica la capacidad de alternar entre momentos externos de nuestra vida y momentos internos, entre actividad y relajación.

En los tiempos que corren la mayoría de las actividades de realizamos están más relacionadas con la energía yang: trabajar, ir al gimnasio, salir a cenar, eventos, viajes, fiestas, etc. Poco tiempo dedicamos a actividades del tipo yin como meditación, tai chi por supuesto, lectura, estar en nuestra casa, dedicarnos al jardín, leer, y otras tantas. Pareciera que las actividades yin no son tan atractivas como las yang.

En el tai chi chuan es importante comprender la importancia del equilibrio entre el yin y el yang. Decía el artículo anterior que es imposible atacar sin defenderse primero. Si no realizo la actividad yin, la yang es incompleta o exagerada. El arte se encuentra en el equilibrio entre ambas.

Si logramos llevar esto a la práctica a través del tai chi chuan será posible trasladarlo a la vida cotidiana más fácilmente. Comprender que si estoy mucho tiempo fuera de casa será necesario equilibrarlo con tiempo por ejemplo en nuestro jardín. Si voy de viaje, necesitaré también estar en mi ciudad. El yin siempre es necesario y su presencia hace del yang más satisfactorio. Debemos pensar que realizar actividades que nutran la energía yin, aunque parezcan aburridas, son las que hacen que las actividades que llenan la energía yang sean más divertidas, más completas.

Traducir en nuestra mente al yin como aburrido es común, salvo para las personas de dicha naturaleza a quienes el yang les parece una locura. Para nuestra mente es difícil encontrarse consigo misma y una actividad yin representa justamente eso. Estar sin distracciones en el momento mismo en el cuerpo mismo. Y eso no es fácil.

Cuando los estímulos son externos y me llevan hacia fuera es más simple, dada nuestra idiosincrasia del momento histórico actual. Cuando los estímulos son internos y me llevan a estar conmigo mismo tengo que aprender a aceptarme, a no criticarme, a mejorar y eso es muy difícil de llevar a cabo. Por ello el tai chi chuan es un camino de ayuda para que conocer nuestro propio yin no sea tan complejo, o doloroso si se quiere.

Si podemos aceptar que siempre después de un movimiento yang sigue uno ying, que cada movimiento se completa a partir de las dos facetas, podremos lentamente comprender que cada estado yang de mi ser debe equilibrarse con un estado yin. Si vivenciamos esto como algo natural y que surge de la fluidez misma de la energía, no será tan difícil encontrarnos meditando la mañana siguiente de la fiesta de cumpleaños.


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Este es mi post #150.
Gracias a las 1800 personas que me leen por mes por permitirme llegar tan lejos.

Tai Chi del Parque – Córdoba, Argentina – Instructora Marcela Thesz